lunes, 10 de diciembre de 2012

Limpieza en piezas religiosas



Les recomiendo, que la primera limpieza de sus piezas religiosas sea primero en seco con una brocha de pelo suave. Deberán colocar una franela semi húmeda en la mesa de trabajo y con un pincel cepillar la pieza, de tal forma que el polvo llegue a la franela.
















Otro método, es con la ayuda de una aspiradora, la boquilla de la aspiradora debe tener una red que no permita que se absorba el polvo con demasiada intensidad, ya que la fuerza de la absorción puede romper alguna parte que este frágil.

Sí por alguna razón, observa que la limpieza en seco no es suficiente, podrían probar hacer una limpieza en húmedo… pero debe tener CUIDADO en NO DESPINTAR los colores de la pieza.

Siempre es importante, hacer una prueba en una parte no muy visible. Hecha la prueba, tomar un algodón húmedo y limpiar sin frotar demasiado la superficie, sí lo que observa en el algodón es suciedad, se puede repetir el proceso hasta que usted considere que la pieza quedó lo más limpia posible. Pero, sí al contrario, se observan restos del color en el algodón, entonces, se debe suspender de inmediato el proceso de limpieza en húmedo, pues de lo contrario se correrá el riesgo de despintar la pieza ocasionando un daño permanente.

La preparación del agua para la limpieza, recomiendo que sea con unas gotas de jabón libre de ácido o neutro por cada vaso de agua; disuelto el jabón, se procederá a limpiar sin frotar demasiado la superficie, ya que puede levantarse la pintura fácilmente.

POR FAVOR NO USAR SOLVENTES, NI JABONES CON PERFUME, SOSA, CLORO, ETC.

Después se volverá a limpiar, pero ahora con agua sin jabón, hasta retirar cualquier resto de jabón. Les aviso que el jabón con el tiempo, también podría dañar la pieza. Por ello será siempre importante, verificar que la pieza ha quedado sin restos de jabón. Les comparto algunas imágenes del proceso esperando sean de utilidad.


Dudas escribir a: restauracionkarenh@yahoo.com.mx